A menudo las intervenciones dietéticas empleadas en la pérdida del peso están basadas en el consumo de altas cantidades de proteína animal. La dieta vegana podría ser una alternativa para el tratamiento dietético del sobrepeso y la obesidad, por lo que su estudio genera cierto interés.
Dieta vegana para perder peso
En un ensayo clínico aleatorizado llevado a cabo por Kahlevoa et al. (2020) se instruyó a los participantes a seguir una dieta sin restricción calórica, basada en vegetales y baja en grasa, cuyo contenido era de 75% carbohidratos, 15% proteínas y 10% grasas. Tras 16 semanas se observó una pérdida media de 6,4 kg, de los cuales 4,1 fueron de grasa. La sensibilidad a la insulina mejoró, acompañada de un aumento del 17,8% del efecto térmico de los alimentos (ETA).
Esto sugiere que no solo la composición de los alimentos tiene un efecto en la gestión de las calorías, sino que también nuestro porcentaje de masa grasa y la sensibilidad a la insulina.
De manera espontánea los sujetos redujeron en aproximadamente 500 kcal su ingesta diaria al final del estudio. El consumo de colesterol se redujo de 240 a 5,5 mg/día y la ingesta de fibra aumentó un 50%, hasta los 35 g/día.
Microbiota intestinal y calorías
Esto podría indicar también una relación bidireccional entre la microbiota intestinal y el aprovechamiento de las calorías, como ya se ha establecido en la literatura científica y se pone de manifiesto en la agricultura intensiva, donde se administran dosis elevadas de xenobióticos con esta finalidad.
Por último, se observó una reducción de los lípidos hepatocelulares e intramiocelulares, cuyo papel es relevante, tanto en la resistencia a la insulina, como en el desarrollo de Diabetes tipo 2.
Aplicaciones futuras
En el abordaje del sobrepeso resulta interesante contar con estrategias nutricionales que sean capaces de mejorar no solo la adherencia del paciente sino que también sirvan como alternativa cuando estos alcanzan un meseta en la pérdida de peso.
La promoción de una dieta basada en vegetales parecer facilitar la pérdida de grasa, debido al aumento de la actividad mitocondrial y el metabolismo postprandial, fomentando la termogénesis.